15 de julio de 2009

LA ORATORIA

Un hombre de fuerza e inteligencia extraordinaria puede no ser más que un cero en la sociedad si no sabe habla (William Channing)

EL ARTE DE HABLAR EN PÚBLICO
La oratoria es el arte de hablar elocuentemente, de persuadir y mover el ánimo mediante la palabra. Timón, un antiguo autor griego, dijo que la elocuencia es la habilidad de conmover y convencer. Aquí usamos el término oratoria en su acepción y uso más amplio, no meramente el de hablar ante grandes auditorios, sino estableciéndolo como sinónimo de expresión oral de una persona.

"CONJUNTO DE PRINCIPIOS Y TÉCNICAS QUE PERMITEN EXPRESARNOS, PRINCIPALMENTE DE MANERA ORAL, CON CLARIDAD, FACILIDAD Y SIN TEMORES, ANTE UN PÚBLICO NUMEROSO Y VARIADO, CON LA INTENCIÓN DE TRANSMITIR UN DETERMINADO MENSAJE".
La palabra oratoria tiene dos sinónimos de uso frecuente; retórica y elocuencia. El primero, del griego “rhétor” (orador), “arte del bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al lenguaje escrito o hablado la eficacia adecuada para deleitar, persuadir o conmover” y el segundo, “facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover y persuadir”.

Finalmente, recordemos que la oratoria está enmarcada en el ámbito de las ciencias sociales, ella estudia al hombre en su relación con el medio social en el que se desenvuelve. Un medio que no siempre resulta agradable para quienes viven incomunicados con sus semejantes; pero, felizmente, la oratoria nos enseña a expresarnos con propiedad y elegancia, a conocer y a utilizar correctamente nuestro idioma y a transmitir nuestros discursos de manera eficaz. Como toda actividad humana, su dominio exitoso requiere de constante práctica.

Tipos de oratoria
a) Oratoria Social:
Llamada también oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por ámbito propio, las múltiples ceremonias en las que le toca participar al ser humano en general; sean estas en el hogar, comunidad o a nivel institucional, académico o laboral.
b) Oratoria Pedagógica:
Es el arte de transmitir conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Llamada también didáctica o académica. Su objeto específico es enseñar, informar y/o transmitir conocimientos. Usada por los profesores, catedráticos y educadores.
c) Oratoria forense:
Es la que tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria Judicial y es utilizada en exclusiva, en el ámbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y precisión los informes orales de jueces, fiscales y abogados.
d) Oratoria Política:
Su esencia es exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad pública, pero partiendo de los principios e ideas políticas que ostenta el orador. Es utilizada en épocas electorales para persuadir y convencer a los votantes.
e) Oratoria Religiosa:
Denominada "homilía" u oratoria "sacra”. Es el arte de elaborar y disertar sermones a partir de la palabra de Dios, plasmada en la Biblia u otros libros religiosos. Trata sobre asuntos de fe y religión. Usada por los predicadores, curas, pastores y misioneros.
f) Oratoria Militar:
Es la oratoria propia del ámbito castrense (FF.AA. y FF.PP.) tiene por objeto instruir la defensa y el amor por la patria y estimular las virtudes heroicas en los soldados. Los discursos en este tipo de oratoria son casi siempre leídos, pocas veces son espontáneos.
g) Oratoria Artística:
Su objeto es producir placer estético. Involucra crear belleza con la voz, de modo que regocije el espíritu de los oyentes. Es usado por cantantes y artistas: teatrales, cineastas y televisivos. Asimismo lo utilizan los animadores, maestros de ceremonia y locutores radiales.
h) Oratoria Empresarial:
Llamada "Management Speaking"; es usada por los hombres de negocios; empresarios, gerentes, vendedores y relacionistas públicos. Su esencia lo constituyen las relaciones humanas y la persuasión, para lograr el cumplimiento de los fines y objetivos empresariales.
La importancia de la oratoria
Entre los grandes jefes que condujeron pueblos o dejaron su impronta en la historia de la humanidad, ha habido algunos ciegos y algunos sordos; pero nunca un mudo. Saber algo no es idéntico a saber decirlo. Esta es la importancia de la comunicación oral.

En los negocios o cualquier otra actividad de interrelación, la forma en que hablemos, en que nos comuniquemos, será el patrón por el cual se nos juzgará, se nos aceptará o rechazará.
Hablar con orden, con claridad, con entusiasmo, con persuasión; en resumidas cuentas, con eficacia, no es un lujo sino una necesidad. El 90% de nuestra vida de relación consiste en hablar o escuchar; sólo el 10% en leer o escribir.

Si la imagen que usted quiere dar de sí mismo/a es la de una persona que sabe adónde va, que tiene una actitud positiva hacia la vida, ideas dinámicas y don de gentes, el lenguaje es el principal instrumento que deberá utilizar para transmitir esa imagen a quienes le rodean.

Otro aspecto importante de la oratoria es que también hay que saber hablar para ser escuchado. Lo notable es que el hecho de tener que hablar ante extraños, o en una simple reunión de trabajo, no parece ser una tarea sencilla, a la que la mayoría de las personas considere como fácil.
En una encuesta realizada en los Estados Unidos, investigando las diez cosas que más temor le producen a la gente, se obtuvo el siguiente resultado (en orden ascendente): los perros, la soledad, el avión, la muerte, la enfermedad, las aguas profundas, los problemas económicos, los insectos, las sabandijas, las alturas y, el primero de la lista, hablar en público.

El buen discurso es un medio de servicio para los semejantes, y es una tarea ardua.
Hay que reconocer que quien dice un discurso asume una gran responsabilidad. Al margen de otros aspectos, conviene tener presente que una perorata de 30 minutos ante 200 personas desperdicia sólo 30 minutos del tiempo del orador; en cambio, arruina 100 horas de sus oyentes –o sea, más de cuatro días–, lo cual debería generar más responsabilidad que la que usualmente se advierte.

Tres clases de discursos
Se considera que hay tres tipos diferentes de discursos, según su finalidad:
1) Discursos destinados a informar.
2) Discursos destinados a la acción.
3) Discursos destinados a entretener.
... y tres clases de oradores
Hay tres clases de oradores:
aquellos a quienes se escucha;
aquellos a quienes no se puede escuchar;
y aquellos a quienes no se puede dejar escuchar.


Las tres partes básicas de un discurso
1) Introducción o Presentación
2) Desarrollo del tema
3) Conclusión (parte en que se "remacha" el objetivo y se lo deja perfectamente fijado).

Dramatizar lo que se comunica
Dramatizar algo es darle acción. Y eso puede hacerse de distintos modos. Se puede dramatizar mediante el uso de un diálogo, imaginario o real (con el público o un interlocutor). También haciendo una cita de alguna figura muy famosa, o efectuando una narración, o dando un ejemplo personal, mostrando un objeto, formulando una pregunta impresionante, o realizando una afirmación sorprendente...

La dramatización, como otros recursos, está dirigida a despertar la curiosidad del público.
Características de la voz
El tono: suave, duro, dulce, seco, autoritario, etc.
La altura: grado entre agudo y grave. El primero suele asociarse con un estado de agitación o alteración, el segundo con climas de mesura y afecto.
El ritmo: la velocidad con la que nos expresamos.
El volumen: con él demostramos si permanecemos tranquilos y controlados o hemos perdido la serenidad.
Evitar la monotonía. La inflexión inadecuada al comenzar o terminar una frase.

El modo de hablar
El modo de hablar incluye el tono, la enunciación, la pronunciación, el volumen y la corrección de las palabras que se usan. También influyen el aplomo con el que hablamos, el control que tenemos de nuestros ademanes, y el contacto ocular que mantenemos con los interlocutores o el público.

La preparación
Todo discurso bien preparado está ya pronunciado en sus nueve décimas partes” (Dale Carnegie)

Si se quiere hablar bien hay que pagar el precio debido. Hay que trabajar, pensar y practicar.
Nadie ha encontrado nunca un sustituto satisfactorio para la inteligencia, ni para la preparación.
Si tengo que dirigir un discurso de dos horas, empleo diez minutos en su preparación. Si se trata de un discurso de diez minutos, entonces me lleva dos horas...”. Así se expresaba nada menos que Winston Churchill.

Además del qué se dirá, es enorme la importancia del cómo habrá de decirse. Y aquí interviene lo más importante que puede esgrimirse en un diálogo o un discurso: el arte de interesar. En la preparación de una clase o discurso hay que dar mucho más tiempo a buscar medios de suscitar el interés que el que se dio al estudio del tema.
La buena preparación también aumenta la claridad de nuestro pensamiento y de nuestra expresión. Recordemos el viejo aforismo que dice: “Si la fuente nace turbia, no irán claros los arroyos”.

Las pausas
Considere el uso de la pausa como un arma de gran importancia en el arsenal que representa el dominio del ritmo. El espacio entre palabras, frases o pensamientos, no se debe “emborronar” con sonidos tan desagradables como "eee...". Utilizar "eee..." o "mmm...", es humano; pero utilizar la pausa, desnuda de todo sonido, es divino. El elemento más difícil, de mayor utilidad y menos apreciado en el arte de la oratoria, es el silencio. La pausa correctamente medida, demuestra confianza y reflexión. A la inversa: los presentadores de cualquier medio que se despachan con demasiada velocidad, llegarán los últimos.
Las pausas son un excelente recurso para enfatizar. Permiten también mantener y controlar la atención.
Algunos consejos a tener en cuenta
  • No distraiga al auditorio con algún detalle de atuendo, o al jugar con algún objeto.
  • No diga absolutamente todo lo que se sabe, para permitir al público hacer preguntas y participar.
  • En una conversación múltiple, ligar lo que se va a decir con lo último que se dijo.
  • No olvide que la articulación o pronunciación es de capital importancia. Si advierte dificultades en esto, procure escucharse en una cinta para precisar sus defectos.
  • Tenga cuidado con las muletillas, los términos de relleno trillados, las expresiones restrictivas o negativas ("puede que no esté de acuerdo conmigo", "puede que no sea lo que usted esperaba", etc.).
  • El mejor lenguaje es el directo y afirmativo. También el coloquial.
  • Use un estilo inclusivo, haciendo participar al o a los interlocutores.
  • Si es de su conocimiento, vincule el tema del que va a hablar con aquello por lo que los oyentes sienten mayor interés.

Hacer pensar y hacer sentir

Todos nosotros emitimos una aureola, aura o halo, impregnado con la verdadera esencia nuestra; las personas sensibles lo conocen; también lo producen nuestros perros y otros animales domésticos. Algunos de nosotros somos magnéticos, otros no. Algunos de nosotros somos ardorosos, activos, atractivos, inspiramos amor y amistad, mientras otros son fríos, razonadores, intelectuales, pero no magnéticos. Que un hombre sabio de este último tipo se dirija al público y éste no tardará en cansarse de su discurso intelectual, y manifestará síntomas de sueño. Les hablará, pero no los interesará; los hará pensar, pero no sentir, y pensar es lo más fastidioso para la mayoría de las personas, y pocos son los oradores que triunfan haciendo pensar únicamente a las personas, pues lo que necesitan es que los hagan sentir.
La gente paga con liberalidad a los que les hacen sentir o reír, mientras que es avara con quien, aunque sea para instruirla, la hace pensar.
Pon frente a un sabio del tipo mencionado a un hombre de mediana cultura, pero amable, dulce y meloso, sin la décima parte de la lógica y erudición del otro; sin embargo éste se adueñará con facilidad de su auditorio y todos esperarán con avidez a que broten las palabras de sus labios. Las razones son claras y palpables. Es el corazón contra la cabeza; el alma contra la lógica; y el alma es lo que siempre prevalecerá.

Exprésese siempre en forma positiva.

El Dr. Herbert Clark, psicólogo de la Universidad John Hopkins, hizo el sorprendente descubrimiento de que a una persona común le lleva un 48 por ciento más de tiempo comprender una frase en forma negativa que en forma positiva. Por lo tanto, se confirma científicamente algo que se sabía en forma empírica: la más eficaz comunicación consiste en hacer afirmaciones positivas.
Visto esto, comenzar una exposición siempre con frases positivas. Y si es necesario dar un mensaje negativo a una persona, para amortiguar su impacto rodearlo con frases positivas.

Estimados participantes: les recomiendo leer el contenido y hacer un resumen de dos párrafos; deben entregarlo el viernes sin falta.

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10 de julio de 2009

EL DISCURSO

EL DISCURSO


CONCEPTO Y DEFINICIÓN
La palabra discurso (del latín discurrere, correr en todos los sentidos) tiene dos acepciones. Según una, significa la facultad del entendimiento, por medio de la cual se infieren unas cosas de otras. Por otra parte, la palabra discurso significa también la serie de palabras o frases que se emplean para manifestar o que se piensa o siente. El discurso es un instrumento que se usa para comunicar nuestros conocimientos, sentimientos o convicciones a otros.

EL ORADOR Y SUS CUALIDADES
Los problemas del orador son distintos a los del escritor, a pesar de que ambos emplean símbolos verbales. La fuerza del escritor depende más de la sintaxis. El mismo orden con que construye la frase sugiere el tono, las pausas, el énfasis. El orador en cambio sube a la tribuna con toda su personalidad y con cada uno de sus gestos posibles para reforzar sus palabras o ideas.
Dejemos que sea nada menos que André Maurois quien desenvuelva estas diferencias esenciales: "el orador y el escritor buscan uno y otro exponer y persuadir. Pero sus métodos son diferentes e incluso opuestos. El escritor se dirige a un lector que puede estudiar un texto a su elección y volver al mismo si ha comprendido mal a la primera lección, pesar cada palabra y cada frase. El orador debe convencer a un auditorio que no retendrá lo que él no haya comprendido en el momento mismo en que el discurso ha sido pronunciado. De lo que resulta que el escritor tiene el derecho de ser difícil, e incluso oscuro, mientras que el orador tiene el deber de ser siempre simple y claro".
De todo ello se infiere que el éxito de la comunicación oral a través del discurso dependerá siempre de la combinación de unos factores que han de estar presentes en el orador, entre los que pueden destacarse los siguientes:

Integridad
La práctica oratoria ejercida por una persona cuyo comportamiento habitual no resulte digno de confianza, puede desarrollar sus facultades, pero no puede hacerla eficaz entre otras razones, porque sus acciones desmentirán sus palabras. Una comunicación resultará fallida cuando las intenciones del emisor sean oscuras y los receptores intuyan que hay en el mensaje propósitos ocultos. El que habla no dice realmente lo que piensa; su decir y su hacer con-en por líneas divergentes y su palabra es utilizada como instrumento para que los que escuchan realicen, en cierto modo, lo que le interesa a él, que puede ser distinto de !o que conviene a quienes lo escuchan.

Conocimiento
Adquirir los conocimientos necesarios para llegar a ser un buen orador es tarea de toda una vida. La cultura general da al orador un vocabulario variado y le asegurará un doble beneficio: de una parte, cualquier cosa que él diga la dirá mejor y más congruentemente, y por otra parte, cuanto más extensa y alta sea su cultura más podrá conmover a auditorios elevados. Con el don natural de la palabra se puede impresionar a espíritus simples; no ejercerá ninguna acción sobre los espíritus cultos más que siendo uno de ellos, que dando a las palabras el sentido, el lugar, la graduación, el contenido, que les dan las gentes cultivadas.

Confianza
No merece confianza el que no sabe inspirarla. Un modo de hablar reservado, cauto, como si se escondiera algo, constituyen realidad una barrera incomunicativa que ninguna técnica de expresión, por rebuscada y completa que sea, puede del todo franquear. En cambio, el orador que tiene plena confianza en sí mismo se mantiene erguido, pero cómodo, con gestos despejados y naturales, conserva siempre el contacto visual directo con los oyentes y habla con voz enérgica y clara. Por otra parte, la misma confianza le permite adaptar con facilidad su información y argumentos al nivel de comprensión y la actitud de su auditorio.

Destreza
Facilidad de palabra, control de la voz y coordinación de los movimientos corporales, son los atributos esenciales del orador experto. Esta condición de destreza en el arte de emitir la palabra, junto con otras cualidades realizan la eficacia del orador y le permiten comunicar sus ideas en forma clara y activa.

TIPOS DE DISCURSO
Para pronunciar un discurso pueden seguirse con mayor o menor eficacia y dependiendo en mucho del tema y la ocasión, los métodos o procedimientos siguientes:

Discurso leído
Este discurso se redacta por escrito, pero el orador lo pronuncia leyendo el texto directamente. El método tiene sus ventajas, pero sólo cuando se trate de discursos que deban pronunciarse en ocasiones especiales, ° sea, cuando un desliz verbal pueda ocasionar consecuencias desagradables, cuando se requiera una expresión muy exacta y concisa, o cuando deban ajustarse a límites prefijados de tiempo, como ocurre en la radio y la televisión .. Lo primero que pierde el "lector" de un discurso es el magnetismo de la mirada, que constituye como es sabido, un medio de expresión a menudo importantísimo. Pero acaso la mayor desventaja consiste en que el lector toma un tono de voz totalmente distinto del tono de conversación o charla directa, perdiéndose cambios de inflexión que se traduce en monotonía.

Discurso memorizado
Pueden señalársele entre sus muchos inconvenientes, el uso de un lenguaje fácilmente artificial, sintaxis complicada y como en el anterior, poca variedad en la inflexión de la voz. En realidad equivale a leer un discurso escrito en la mente, en vez de leerlo del papel. El fallo de la memoria puede romper las secuencias de las asociaciones, se puede perder con toda probabilidad el "hilo del discurso", hasta el punto de que será muy difícil volverlo a tomar.

Discurso improvisado
Por improvisar hemos de entender el arte y la técnica de decir con palabras no previstas conceptos o ideas ya previstos. El orador debe saber 'de antemano las ideas ya previstos. El orador debe saber de antemano las ideas que va a expresar, pero confía en su formulación concreta a la inspiración del momento. Se dicen palabras que no estaban previstas, pero sobre conceptos que ya estaban claros en la mente del que improvisa. La improvisación es algo que hacemos todos los días sin damos cuenta, pero lo difícil es realizarla delante de personas extrañas a nuestra relación habitual y sobre un tema que conocemos poco y a veces nada. Lo importante es tener ideas claras de lo que se va a exponer y. cuando se las tiene ciaras en la mente, la palabra, nacida del subconsciente, va directa a los labios y no falta nunca.

Discurso ex - tempore.
Se trata en realidad de un procedimiento combinado, pues este tipo de discurso está situado a mitad entre el discurso leído y el improvisado y se estructura y prepara en todos sus detalles. Las charlas de clase pueden considerarse la mayor parte de las veces como discursos de este tipo.

PREPARACIÓN DEL DISCURSO
Tanto si debe ser recitado de memoria, leído en manuscrito, improvisado o presentado ex - tempore, el discurso seguirá un proceso de preparación, igual para todos los casos, que comprenderá los siguientes aspectos:
1) Elección del tema.
2) Acopio de materiales.
3) Construcción del guión
4) Práctica en alta voz.

1. Elección del tema
El contenido del mensaje que se ha de comunicar a través del discurso puede no ser en algún caso de la elección del orador, sino impuesto. Esto último no es sin embargo normal, si se tiene en cuenta que un tema impuesto difícilmente será bien expresado y transmitido. La elección del tema ha de estar en función y demanda del receptor.

2. Acopio de materiales
Para comunicar a otros una idea o un conjunto de ellas hay que poseerlas y dominadas a plenitud. Todo no puede confiarse a las técnicas de expresión, pues éstas por milagrosas que sean, no podrán suplir nunca a la ignorancia. Este aspecto del proceso comunicativo oral, se descompone a su vez en las siguientes fases:
a) Acopio de materiales propiamente dicho. Es preciso reunir todo lo que se crea útil para el tema que en su día haya de exponer.
b) Selección de materiales. Como no todo el material reunido puede ser transmitido, es preciso seleccionarlo con criterio riguroso para decir sólo lo más importante y que sea cabalmente entendido el núcleo central del mensaje.
c) Ordenamiento de materiales. Como no debe procederse a la comunicación sin una organización previa que delimite, precise y defina la estructura del mensaje, el ordenamiento de los materiales acopiados y seleccionados es una fase que ha de seguirse también con todo rigor.

3. Construcción del guión
Esta fase será única cuando el que ha de hablar tiene en su archivo abundantes datos clasificados y ordenados, e ideas precisas sobre el tema y su naturaleza, de modo que puede ahorrarse los restantes aspectos del proceso que se han señalado antes. Para ello se procederá del siguiente modo:
a) Fijar la idea central, esto es, el objetivo claro, concreto y preciso del mensaje, lo que debe hacerse mediante un enunciado muy breve. Ya se ha resuelto así el qué, es decir la pregunta que se hará el auditorio de esta manera: ¿qué es lo que el orador quiere decimos?
b) Resolver la manera cómo esa idea ha de ser presentada a los oyentes para que sea entendida sin necesidad de un esfuerzo especial y contando con una atención normal media.
c) Hacer descansar la idea central en unos pocos puntos principales - tres o cuatro es lo ideal - para que la misma pueda ser correctamente transmitida. Tanto para lograr un mayor énfasis como para conseguir mayor claridad, deben elegirse cuidadosamente las palabras para expresar los puntos principales. Requisitos:

-Concisión. Una declaración larga y compleja puede resultar vaga e inducir a la confusión.
-Fuerza. Ha de tratarse que la exposición de esos puntos esté construida a base de palabras y frases que llamen la atención por su vivacidad.
-Relación de proximidad con el oyente. Ha de tratarse que las palabras elegidas lo sean en razón de su capacidad para referirse de modo directo a los intereses y ocupaciones de los oyentes.
-Paralelismo. Ha de procurarse que las palabras que expresen los puntos principales produzcan una impresión de coordinación, evitando los giros innecesarios que pasen de una frase en voz activa a otra en voz pasiva, o que entremezclen preguntas y afirmaciones.
d) Como los puntos principales - esqueleto del guión - necesitan un mayor desarrollo, esa función corresponde a los puntos secundarios, que comprenden los ejemplos, estadísticas, citas, anécdotas, ...

Práctica en alta voz
Una vez completado el guión, ha de practicarse el discurso en forma oral. Es recomendable que el discurso se ensaye, aunque no hasta el punto de que pueda perder sabor y vigor de novedad. Los pasos que deben darse en esta práctica son los siguientes:
-Pronunciar el guión en voz alta, siguiendo la secuencia planeada de ideas, hasta haber aprendido por completo esta secuencia.
-Repasar mentalmente el discurso prescindiendo del guión, hasta aseguramos de que todas las ideas han quedado fijas en la mente.
-Repetir el discurso en alta voz, sin mirar el guión.
-Practicar hasta que todas las ideas se encadenen en el orden adecuado y las palabras broten con facilidad.
-Ensayar teniendo siempre presente una imagen mental del auditorio, ya que un buen orador habla con la gente y no a la gente.

LA INTRODUCCIÓN
Aunque la atención de la audiencia deba mantenerse a todo lo largo del discurso es esencial que ésta se logre plenamente desde su mismo comienzo. También habrá de proponerse plantear el tema en forma clara y atractiva de modo que inmediatamente después de comenzada la exposición, el auditorio sepa cuáles van a ser las líneas generales del discurso y las intenciones del orador.
Debe evitarse:
-Preámbulos excesivamente largos, porque el público quiere saber enseguida para qué ha sido convocado.
-Comenzar con circunloquios embarazosos o excusas banales más o menos sinceras, que no sirven sino para perder el tiempo y en el fondo quieren ser sólo defensas anticipadas del orador por si las cosas le salen mal
-Iniciarlo con un cuento humorístico, porque pocos son capaces de narrar una anécdota con éxito y lo que con ello se consigue es desconcertar al auditorio.
-Dedicar a los oyentes cumplidos excesivamente efusivos y claramente fingidos, porque se corre el riesgo de que éstos descubran la falta de autenticidad en el orador y reaccionen en forma desfavorable ante unos sentimientos que carecen de sinceridad.

Debe tenerse en cuenta:
-Referirse al tema o a la ocasión. Puede usarse a veces una introducción directa, pero, sólo cuando el auditorio sienta ya un interés vital sobre el tema que se va a exponer. En todo caso la referencia deberá ser breve, explícita y práctica.
-Referirse a la propia persona Siempre que esta referencia refleje modestia y sinceridad, podrá lograr el favor del público y captar su atención.
- Formular una interrogante. El uso de este recurso puede ser uno de los métodos más seguros y sencillos para abrir la mente de los oyentes y penetrar en ella.
-Enunciar un aserto audaz o sorprendente; consiste en despertar el interés del auditorio sorprendiéndolo con un enunciado aventurado acerca de determinados hechos u opiniones. Es especialmente útil en los casos de oyentes apáticos.
-Emplear una cita. Si se tiene buen cuidado de hacer una buena selección de ésta, puede constituir un método excelente para presentar un discurso.

LA CONCLUSIÓN
La conclusión es realmente el punto más estratégico de m1 discurso. De ahí que deba cuidarse su forma recurriendo, si fuere necesario, a la memoria como soporte principal. Lo que se diga del auditorio, serán las que se recuerden por más largo tiempo y aquéllas cuyo acertado o desacertado contenido puede hacer incluso olvidar los aciertos o tropiezos habidos en el transcurso de la exposición. Por lo tanto, al final ha de enfocarse la idea central que se ha desarrollado a través de toda la exhortación.
Es recomendable que la conclusión contenga los siguientes aspectos:
-El recuerdo o breve exposición de las diversas etapas recorridas.
-Reformular el punto de vista del orador y valorar los méritos de la solución que se ha propugnado.
-Si la naturaleza del tema lo aconsejare, concluir con un reto o una exhortación a actuar.
-Usar como broche final una frase vigorosa, una fórmula valiente, una cita elocuente y hasta una pregunta o el planteo de un problema, si el orador no tiene una respuesta y quiere que el mismo auditorio piense en la solución.

FINALIDADES DEL DISCURSO

- PROPÓSITOS GENERALES

El discurso, la disertación, la conferencia o cualquier otro género de expresión oral, debe tener como propósito final conseguir una respuesta. Por eso es importante que este propósito esté relacionado con los intereses, aptitudes y actitudes de los oyentes.
A través del mensaje o discurso, el orador se propone actuar sobre el pensamiento o la conducta de los oyentes o receptores, reconociendo al mismo tiempo que su propia forma de pensar y comportarse puede resultar también afectada, a su vez, por la respuesta que reciba del auditorio.
Dentro de este intercambio comunicativo el emisor se habrá propuesto alcanzar un cierto número de propósitos, pero sólo uno debe ser el predominante, es decir, el principal. De acuerdo con este principio se reconocen cuatro tipos generales dentro de los propósitos de una disertación, conferencia o discurso:
l) Entretener, buscando en el auditorio una repuesta de agrado, diversión, complacencia.
2) Informar, persiguiendo la clara comprensión de un asunto o de una idea o resolviendo una incertidumbre.
3) Convencer, se quiere influir sobre los oyentes para modificar o transformar sus opiniones.
4) Persuadir, se aspira a una respuesta de adhesión o acción.
Recuerden hacer la paráfrasis, deben enviarla antes del jueves a la una de la tarde.
Feliz fin de semana.

9 de julio de 2009

EL DISCURSO

Para el viernes les llevaré una guía con la que trabajarán sobre el discurso.
Disculpen los inconvenientes.

Nos vemos en clase.

7 de julio de 2009

ENSAYO

Realizar el ensayo sobre
La educación actual en Venezuela y su influencia social.


Recuerden que pueden enviarlo antes de la 1:00pm del día jueves 09 de julio de 2009.

Para el día jueves a más tardar les estoy enviando el material sobre el discurso y la oratoria.

14 de junio de 2009

VICIOS DEL LENGUAJE

Se entendienden como los factores que alteran el flujo normal de la experiencia comunicativa verbal. Sacrificando ligeramente el purismo conceptual de la RETÓRlCA (del griego "retor", retador; o sea, el alternante comunicacional) podríamos decir que, al referirnos a los vicios del lenguaje, indirectamente aludimos al opuesto de la Retórica; es decir, que los vicios vendrían a ser algo así como la contrarretóríca. A veces por simplismo, por negligencia o por miopía, se ha definido la Retórica como "el arte de embellecer la lengua". Efectivamente, es atribución de esta disciplina embellecer la comunicación verbal, pero, ni es la lengua el único objeto de estudio retórico (todos y cada uno de los distintos lenguajes constituye interés para la Retórica), ni es el embellecimiento la única finalidad del quehacer retórico, pues el enriquecimiento del discurso puede tanto embellecer el contenido como afearlo, sublimarlo o darle multitud de matices, que a fin de cuentas dan lugar a las ampliamente investigadas figuras retóricas. Concibamos pues la Retórica como la disciplina de la comunicación, que estudia y desarrolla los recursos poético-creativos de la persuasión. Esto es, busca el convencimiento de nuestra contraparte comunicacional mediante la adecuación del discurso a las necesidades contextuales y a las expectativas del receptor como parte integrante de una subcultura, con parámetros de conducta relativamente previsibles.Así, son nueve los vicios del lenguaje identificados por su asiduidad. No son los únicos, pero sí en los que se incurre con mayor frecuencia. Por su naturaleza, los vicios del lenguaje se dividen en tres grupos:

VICIOS PRAGMÁTICOS: Se llaman así porque surgen "sobre la marcha". Es decir, ocurren por el sólo hecho de emplear alguna forma lingüística fuera de la convención, por temporalidad. La forma gramatical puede ser correcta y el significado preciso, quedando los niveles sintáctico y semántica cubiertos, pero por la utilización de formas antiguas o inventadas la comunicación se obstaculiza. Son de dos tipos: arcaísmos y neologismos.

Arcaísmos.- Son todas aquellas palabras cuyo uso ha sido descontinuado del habla y la escritura cotidianas. Generalmente son sustituidas por nuevas palabras convencionalizadas, aunque también ocurre con frecuencia que desaparezcan cuando los objetos a que hacen referencia dejan de utilizarse. En virtud de las diferencias dialectales de una misma lengua, los arcaísmos pueden variar de un país, región o localidad a otros.Por ejemplo, en México, la segunda persona del plural en la forma vosotros es arcaica (vosotros, vuestro, tendréis, decíais, etc.), mientras en otras naciones hispanoparlantes no lo es. Otros ejemplos son la preposición cabe “junto a”(ojo, un ejemplo no válido es “cabe mencionar”, pues se refiere al verbo caber) y palabras como aguamanil (artilugio de limpieza personal hoy inexistente), azas (bastante), etc.

Neologismos.- Regularmente, las lenguas evolucionan de acuerdo con los avances literarios, científicos y tecnológicos, de tal suerte que, así como algunas palabras "envejecen", transformándose o muriendo, otras nuevas surgen para referirse a nuevos objetos o para suplir a formas antiguas. Esto es un proceso regular en el cual ocurren, sin embargo, alteraciones que deforman la lengua cuando se inventa o construye alguna palabra fuera de las convenciones y con pocas posibilidades de integrarse adecuadamente al sistema. Ello sucede si la palabra inventada se suma a otras que no van a ser sustituidas; o bien, si el "inventor" acuña construcciones lingüísticas bromistas o exageradamente localistas. Ejemplos: "Eso es enojante", "estoy stressado".

VICIOS SINTÁCTICOS: Este tipo de problemas es el que más afecta la comunicación lingüística, en la medida en que rompe directamente la estructura gramatical. Esto es, independientemente de que las palabras utilizadas correspondan al conjunto de la convención (que sean pragmáticmante apropiadas) y de que su sentido sea legible para el usuario (semánticamente útiles), el acomodo o posicionamiento que adoptan en los enunciados complican la temporalidad, la espacialidad, el ritmo y/o la armonía del conjunto.

Catacresis.- Sucede cuando se emplea una palabra por otra, que también existe, aunque con significado distinto. Su existencia puede implicar problemas de acentuación diacrítica. Existen abundantes ejemplos de catacresis, algunos de los cuales han sido descritos antes, cuando hablamos del acento diacrítico (ver), pero además tenemos otros como estos: Haya-halla-Aya-allá, vaya-valla-baya, perjuicios-prejuicios, vértice-vórtice, ha-ah-a, he-eh-e, oh-o-ó.

Solecismo.- Es de varias naturalezas:a) cuando en una frase "sobran" (decir, por ejemplo Debes de obedecer a tu papá, en vez de Debes obedecer a tu papá, recordando que ambas formas existen, pero con significados distintos) o "faltan" palabras (Voy ir, en vez de Voy a ir),b) cuando en una palabra “sobran" (trajistes, hicistes, pudistes, comprastes, etc., en vez de trajiste,hiciste, pudiste, compraste) o "faltan" letras (gasolinera en vez de gasolinería),c) cuando se emplea un dativo como acusativo (le vi en vez de lo vi o de la vi),d) cuando, sin justificación, se comprime el lenguaje (deja veo), o cuando se usan unos verbos por otros (no te hagas el occiso).

Monotonía.- En términos generales, la Monotonía es la carencia de un vocabulario suficiente para abordar una comunicación determinada. Por ejemplo: "Este, mmh, ¿sí?, ¿no?, o sea, pues, esto es, etc. De la Monotonía se desprenden algunas variantes como:a) queísmo (abuso de la palabra "que"-. "Quiero que le digas a tu mamá que si no viene a ver que comportamiento tienes, que no diga luego que no se lo advertí y que no pretenda que te demos la carta de buena conducta que te van a pedir para que entres a la secundaria'),b) cosismo (abuso de la palabra "cosa": "La comunicación es una cosa muy importante porque nos enseña cosas valiosas'),c) alguismo (abuso de la palabra "algo": "Tengo algo que contarte'),d) teveísmo (imitación del habla de la televisión: "¡Repámpanos, recórcholis! y otras expresiones que sin ser necesariamente incorrectas, son inusuales en un contexto determinado).

Pleonasmo.- Es la repetición, sin sentido, de un mismo concepto con palabras sinónimas o con frases análogas. Ejemplos: "Subir para arriba, bajar para abajo, salir para afuera, lapsos de tiempo, los problemas difíciles de una ciudad no tienen soluciones fáciles. Cacofonía.- Se refiere a la construcción de frases cuya estructura resulta desagradable a la escucha, por convención. Tanto molestan tantos tontos cuanto un solo tonto no tanto.

VICIOS SEMÁNTICOS: Son los que, aun sin alterar los órdenes pragmático o sintáctico, oscurecen el significado o lo atacan directamente mediante la inclusión de vocablos extraños con equivalencia en la lengua natural.

Anfibología.- Del griego Anfibolos, significa ambiguo o equívoco. Es el oscurecimiento del significado. Cuando una frase presenta problemas semánticos, se da lugar a dobles sentidos o a sentidos desfigurados que confunden al usuario. Luis va a casa de Paco en su coche (¿en el coche de quién?) Alejandro recomienda a Rafael a Octavio (¿a quién recomienda con quién?) Un hombre golpeó a otro con un martillo por mujeriego. Está detenido. (-¿quién está detenido y por qué?, ¿quién es el mujeriego?, quién tenía el martillo?) Murió de un infarto siendo enterrado en el jardín (¿qué pasó primero?) Leche de vaca pasteurizada (¿hay vacas pasteurizadas?) Medias para damas de seda (¿hay damas de algodón?) Dormía como bestia, sobre su vieja, estera San Francisco de Asís, en vez de Dormía como vestía, sobre su vieja estera: San Francisco de Asís.

Barbarismos.- Proveniente del latinismo "barbarum", la palabra bárbaro tiene dos acepciones: una que se refiere a lo bárbaro como extranjero (los romanos llamaban bárbaros a los pobladores fuera de su imperio) y otra que convierte el vocablo en sinónimo de salvaje (también los romanos consideraban que esos pueblos extranjeros eran salvajes, de tal forma que la doble acepción estaba asignada a los mismos individuos). De esta forma, tenemos dos clases de barbarismos: Barbarismos de importación (extranjerismos). Son todas aquellas palabras que siendo ajenas a la lengua natural se incorporan en la realización dialectal de alguna comunidad en vez de las formas idiomáticas correctas. Para el caso de México, los barbarismos de importación más destacados son los anglicismos, voces del inglés (particularmente el de los Estados Unidos) que sustituyen las voces hispanas injustificadamente: "oquei, bai, elit, omaigad, jai, gelou, maidir, restaurant, nais", etc.; los galicismos, voces francesas cuya intromisión es igualmente perniciosa: "debut, premier,avalancha, restorán, tualé, revancha", etc.; los italianismos-. "facha, bambineto, chao", etc. Barbarismos de expresión ("salvajismos"). Son aquellas palabras que teniendo su origen en la lengua natural, adoptan formas degenerativas. Tienen tres naturalezas distintas: palabras mal escritas: sanoria, juites, venites, desdendenantes, solidaridá, le'letricidá, l'otro, ocsesión, pecsi, picsa, ansina, etc.; palabras mal acentuadas: exámen, imágen, diferencía, distancía, financía, etc. y; expresiones defectuosas: qué onda, qué oso, chale, pos, ta´bien, on´toy, etc.
Estimados participantes: Se les recomienda leer el contenido y recuerden realizar el comentario.

FELIZ SEMANA!

13 de junio de 2009

EJERCICIO

La evaluación con respecto a la LECTURA, es realizar una paráfrasis de todo el contenido publicado de dicho tema. Enviar como comentario (de esta publicación) con un título que diga PARÁFRASIS; enviarlo antes del viernes, sino no será evaluado.
FELIZ FIN DE SEMANA.
Reduerden ir preparados la próxima semana.

6 de junio de 2009

PARA LA PRÓXIMA SEMANA VIERNES 12 DE JUNIO:

Entregar un trabajo escrito sobre PRODUCCIÓN DE TEXTOS ESCRITOS
El texto como unidad lingüística comunicativa.
Estructura global: formal: Introducción Desarrollo y conclusión. Semántica, léxico gramatical.
Propiedades: coherencia, cohesión, uso de relacionantes o conectivos, concordancia.
Tipología del texto u órdenes del discurso: argumentativo, expositivo, informativo, Narrativo, descriptivo, instruccional, Dialógicos.
Pasos para la producción textual: Planificación, producción, revisión.
Aspectos formales: Ortografía. Uso adecuado de mayúsculas. Uso adecuado de signos de puntuación.

  • Poner en práctica y respetar todo lo planteado en el contenido.
  • Entregar en carpeta tamaño carta, con los nombre del grupo rotulados en la portada.
    No extender a más de 6 páginas.
  • Realizarlo en parejas o tríos.
  • Revisa nuevamente el material de LA LECTURA, pues se agregó contenido. Se encuentra en publicación anterior a la de ESTRUCTURA DE UN PÁRRAFO.

1 de junio de 2009

ESTRUCTURA DE UN PÁRRAFO

PARRAFO

Definición
Parte de un escrito que se considera con unidad suficiente para poder separarlo mediante una pausa que se indica con el punto aparte o final y se inicia dejando un espacio llamado sangría.
Es una unidad del texto escrito en la cual se desarrolla determinada idea que presenta una información de manera organizada y coherente.

TIPOS DE PARRAFO

Normales
Son los párrafos más frecuentemente usados, se caracterizan por una sola idea temática, la cual se desarrolla mediante varias ideas secundarias.

De excepción
Son párrafos informativos que presentan ideas relacionadas sobre el mismo asunto.
2 casos:
Con dos ideas temáticas y sus respectivas ideas de desarrollo.
Una idea temática sin añadir ideas secundarias.

Funcionales
Son párrafos que no llevan idea temática, pero que coadyuvan al desarrollo de estas, pueden ser de varias clases:

Encabezamiento: Cumple la función de iniciar o introducir en el desarrollo de un tema.

Introductorios.

Enlace: Relaciona las diferentes ideas con las que vienen después.
Retrospectivos: Unen la información que ya e ha presentado.
Prospectivos: Anuncian nueva información.

Conclusión: Sirve para dar por terminado un escrito, en estos, con alguna ocasión, se hace un resumen de lo escrito.

Informativos:
Deductivos: Idea principal al inicio. Para su construcción se parte de una generalización para luego presentarse casos específicos. Ejemplo:“La mayoría de los adolescentes ha probado alguna vez bebidas alcohólicas, aunque la frecuencia de su consumo varía con la edad, el sexo, la religión, la clase social, el lugar de residencia y el país de origen. En los países no musulmanes, el alcohol es el narcótico psicoactivo más ampliamente ingerido, por encima de la marihuana. Un fenómeno delos años setenta ha sido el de la nivelación en el índice de consumo de alcohol entre los adolescentes de uno y otro sexo; así, mientras que unos y otros muestran un aumento continuo, en los últimos veinte años el crecimiento correspondiente a las chicas es mucho más acelerado”.

Inductivos: Idea principal al final. Se inicia con oraciones que expresan ideas secundarias para llegar a una generalización, o idea temática como una conclusión de lo que se ha afirmado. Ejemplo: “Comenzar por los hechos, luego describirlos y más tarde formular hipótesis y construir teorías para explicarlos; después deducir de ellas conclusiones particulares verificables; recurrir eventualmente a nuevas observaciones o a nuevos cálculos y contrastar sus conclusiones con estos resultados y finalmente, si se halla necesario, corregir sus conjeturas sin compasión: he aquí el severo carácter auto correctivo de la investigación científica”.

Cronológicos: Sucesión temporal de un evento. Ejemplo: “La aritmética es sin duda una de las más antiguas de las ciencias. Los de dos fueron para nuestros antepasados los primeros instrumentos de cálculo, a esto se debe la base decimal de numeración utilizada por los egipcios quienes tenían un signo particular para representar cada unidad. Los fenicios, los griegos y los hebreos, empleaban como signos matemáticos las letras de sus alfabetos. Los conocimientos matemáticos de los griegos pasaron a los árabes, quienes introdujeron a Europa. Pitágoras y los sabios griegos posteriores a él fueron los que crearon la aritmética de hoy”.

Comparación: Consiste en la expresión delas semejanzas o diferencias que existen entre dos objetos o fenómenos. Ejemplo: “Cartagena y Bogotá son dos ciudades colombianas. La primera está situada en la costa Atlántica, sobre el nivel del mar; posee un clima tropical refrescado por las brisas marinas; tiene gran atractivo turístico por sus reliquias históricas y por sus hermosas playas y paisajes. La segunda, está situada sobre la cordillera oriental, en la Sabana de Bogotá a una altura de 2700 metros sobre el nivel del mar; tiene una temperatura aproximada de 14 grados centígrados; en ella se mezclan los atractivos de los lugares coloniales con la arquitectura moderna propia de las ciudades de los países desarrollados.

De causa efecto: Presentan las causas que genera una situación y los resultados que ella produce. Ejemplo: “Muchas y muy variadas son las causas de la violencia colombiana; entre ellas podemos citar las siguientes; marcadas desigualdades sociales y económicas, bajo nivel de educación en la mayoría de la población, desempleo creciente, falta de unidad familiar, descomposición de la juventud por el abuso de la droga y pérdida de los valores tradicionales. Los efectos de esta situación son muy graves y pueden resumirse así: inestabilidad emocional del pueblo colombiano, parálisis del desarrollo industrial, desequilibrio de la economía, incertidumbre y desorientación de los jóvenes e imposibilidad creciente para salir del subdesarrollo.”

Propósito:
Expositivo: Expresa una idea, u problema o un fenómeno.
Argumentativo: Presenta una idea para convencer.
Narrativo: Comenta un episodio.


COMO ESCRIBIR UN BUEN PARRAFO

Escoge un tema sobre el cual escribir.
Escribe una buena oración principal.
Para sustentarla, busca los detalles apropiados.
Desecha los detalles irrelevantes.
Construye y enlaza las oraciones coherentemente.
Concluye con una oración apropiada.
Revisa y corrige.

Para esto pregúntese:
¿Desarrollo de ideas centrales?
¿Hay oración principal?
¿Concuerdan las partes de las oraciones?
¿Las oraciones están adecuadamente separadas por signos de puntuación?
¿Las palabras son apropiadas?
¿Se refleja en el párrafo las ideas que tenía que expresar?
¿Se tiene correcta la ortografía?


Organización de las ideas en un párrafo.

En la escritura los párrafos vienen indicados por el uso del punto y aparte. Pueden estar constituidos por una sola frase, pero en general incluyen varias frases u oraciones completas. Lo esencial del párrafo es que todo él gira alrededor de una idea, en general es así, aunque pueden presentarse algunas excepciones.
Al enfrentarnos a un párrafo lo primero que debemos hacer es considerarlo como una unidad de pensamiento. A través de las distintas palabras y frases que lo componen debemos estar pendientes de encontrar cuanto antes la idea básica, fundamental, que el autor nos ha querido comunicar.


La Idea Principal

La idea o frase principal, normalmente viene expresada en una de las frases del párrafo y alrededor de ella de una manera natural y lógica se agrupan las otras frases para ampliar, concretar o presentar diversos aspectos referentes a la idea central.
La habilidad del lector consiste en descubrir de un modo rápido y seguro cuál es la idea central y la frase que la representa.
No siempre la idea central está colocada al principio del párrafo, pues puede encontrarse en medio o al final del mismo.

Ubicación de la idea o Frase Principal.

- Al inicio del párrafo: su lectura es más fácil, no hay que esforzarse en buscarla a través de todo el párrafo. A la luz de esa idea se pueden leer las demás frases con gran rapidez y facilidad de comprensión, pues las otras ideas confirman o explanan lo que se ha dicho en primer término.

- Al final del párrafo: el lector encontrará que ella viene a ser como la afirmación definitiva o la conclusión general de todo el párrafo y las otras frases lo que hacen es preparar el terreno por medio de consideraciones y afirmaciones parciales que apuntan, progresivamente, hacia la conclusión final. Es como una maduración interna del pensamiento, que llegado el momento oportuno, puede ya expresarse de un modo pleno y total. El lector debe estar con su mente alerta y a la espera de que aparezca una frase crucial que resumirá y complementará todo el esfuerzo precedente, dándole su pleno sentido y significado.

- En el medio del párrafo: el pensamiento estará desarrollado, en general, a manera de un movimiento pendular, pues la primera parte del párrafo será un preámbulo o una preparación que culminará con la aparición de la idea central. La segunda parte será una prolongación de esta idea a modo de aclaraciones, confirmaciones o consecuencias.

Algunos párrafos no contienen más que una idea y una sola frase, pero la mayoría de los párrafos están compuestos por un conjunto de diversas frases. Ya hemos explicado que la frase principal es la que suele expresar la idea del autor de un modo más claro y total que el resto, contiene la idea central del párrafo.
Cuando se localiza la frase principal nos ponemos en posesión del núcleo central del párrafo, es captar de inmediato su esencia misma, nos da la posibilidad de comprender acertadamente el valor y alcance de las diversas partes complementarias que lo integran.

Las ideas o frases secundarias.
Son aquellas que sirven al autor para explanar de un modo más detallado todos los aspectos e implicaciones que éste tiene en la mente cuando escribe la frase principal. Para perfeccionar el modo de leer cada párrafo es muy útil tener una idea clara, para poder entonces obtener las demás frases del párrafo, las frases secundarias, que pueden ir ampliando, desarrollando o matizando la idea expuesta en la frase principal.

Maneras de explanar la idea central a través de las secundarias:
1.- Por repetición: Se mantiene el mismo contenido de la frase principal, variando simplemente las palabras. Se establece la idea central en la primera frase y se suele terminar con otra frase semejante a la primera, en la que, a modo de conclusión, se vuelve a repetir la idea fundamental. También éste tipo de frases se pueden encontrar en cualquier otra parte del párrafo.

2.- Por contraste: Estas frases son muy eficaces para resaltar la idea central. El autor quiere impresionarnos y dejar bien claro cuál es su verdadero pensamiento, indicando y rechazando de plano lo que no es su pensamiento.

3.- Por ejemplificación: Los ejemplos sirven para hacer comprender el alcance de la idea principal a través de casos y aplicaciones concretas. Los ejemplos pueden pasarse por alto cuando existe una verdadera comprensión de la idea central, pero en la práctica, los ejemplos son las mejores ayudas para llegar a comprender de verdad lo que iba implicado en la afirmación general.

4.- Por justificación: Este tipo de frases contiene razones o argumentos que apoyan la afirmación establecida en la frase principal. Ayudan a su mejor comprensión, en el sentido de que una idea se siente más profundamente en la medida que conocemos mejor cuáles son los fundamentos lógicos o racionales que le sostienen y apoyan.

Localización de la frase principal
Para localizar con mayor facilidad la frase principal, se puede aplicar la siguiente técnica:

1.- Lo que se debe observar primero es cuál es la palabra que más se repite y que domina todo el párrafo. Esta palabra representará un objeto, una persona o una cualidad, algo en torno a lo cual gira toda la exposición. Algunas veces, el autor no siempre utiliza la misma palabra sino sinónimos o, en algunas frases, emplea pronombres. Lo importante es darse cuenta de que en todos esos casos se está refiriendo siempre a la misma idea, al mismo objeto.

2.- Después de localizar esta palabra nos encontramos en condiciones de ubicar la frase central del párrafo. En general, todas las frases tendrán alguna relación con la palabra clave, pues todo el párrafo gira alrededor de la misma. Pero la cualidad básica de la frase principal es siempre su carácter global o de inclusividad. En cierto modo, ella encierra en sí misma todo lo que se expone en las demás frases.

3.- La frase principal será, pues, aquella donde se establece la afirmación más amplia, más general y que puede considerarse como el resumen de todas las demás.

Comprobación de la frase principal.
Para asegurarse de que la elección ha sido correcta existen dos medios de ayuda:

1.- Suprimir la frase principal: al hacerlo se notará que el párrafo queda truncado o incompleto; no aparece claro el significado del mismo como conjunto. Mientras que si se suprime una frase secundaria, apenas variará el sentido general.

2.- Leer una por una las restantes frases del párrafo y, antes o después de cada una, repetir de nuevo la frase principal. Si la elección fue acertada veremos como cada una de las frases se relaciona de un modo natural con la frase central, formando ambas un todo bien lógico y coherente.

ESTIMADOS PARTICIPANTES: se les recomienda leer el contenido, la próxima clase 05 de junio de 2009, se realizarán ejercicios; recuerden enviar comentarios.

LA LECTURA

La enseñanza de la comprensión lectora

De acuerdo con María Eugenia Dubois, (1991) si se observan los estudios sobre lectura que se han publicado en los últimos cincuenta años, podemos darnos cuenta de que existen tres concepciones teóricas en torno al proceso de la lectura. La primera, que predominó hasta los años sesenta aproximadamente, concibe la lectura como un conjunto de habilidades o como una mera transferencia de información. La segunda, considera que la lectura es el producto de la interacción entre el pensamiento y el lenguaje. Mientras que la tercera concibe la lectura como un proceso de transacción entre el lector y el texto.

La lectura como conjunto de habilidades o como transferencia de información
Esta teoría supone el conocimiento de las palabras como el primer nivel de la lectura, seguido de un segundo nivel que es la comprensión y un tercer nivel que es el de la evaluación. La comprensión se considera compuesta de diversos subniveles: la comprensión o habilidad para comprender explícitamente lo dicho en el texto, la inferencia o habilidad para comprender lo que está implícito y la lectura crítica o habilidad para evaluar la calidad de texto, las ideas y el propósito del autor. De acuerdo con esta concepción, el lector comprende un texto cuando es capaz precisamente de extraer el significado que el mismo texto le ofrece.
Esto implica reconocer que el sentido del texto está en las palabras y oraciones que lo componen y que el papel del lector consiste en descubrirlo.

La lectura como un proceso interactivo
Los avances de la psicolingüística y la psicología cognitiva a finales de la década del setenta retaron la teoría de la lectura como un conjunto de habilidades. A partir de este momento surge la teoría interactiva dentro de la cual se destacan el modelo psicolingüístico y la teoría del esquema. Esta teoría postula que los lectores utilizan sus conocimientos previos para interactuar con el texto y construir significado.

La lectura como proceso transaccional
Esta teoría viene del campo de la literatura y fue desarrollada por Louise Rosenblatt en 1978 en su libro "The reader, the text, the poem". Rosenblatt adoptó el término transacción para indicar la relación doble, recíproca que se da entre el cognoscente y lo conocido. Su interés era hacer hincapié en el proceso recíproco que ocurre entre el lector y el texto (Dubois, 1991). Dice Rosenblatt al respecto: "Mi punto de vista del proceso de lectura como transaccional afirma que la obra literaria ocurre en la relación recíproca entre el lector y el texto. Llamo a esta relación una transacción a fin de enfatizar el circuito dinámico, fluido, el proceso recíproco en el tiempo, la interfusión del lector y el texto en una síntesis única que constituye el significado ya se trate de un informe científico o de un "poema" (Rosenblatt, 1985, p.67).

El proceso de la lectura
El proceso de la lectura es uno interno, inconsciente, del que no tenemos prueba hasta que nuestras predicciones no se cumplen; es decir, hasta que comprobamos que en el texto no está lo que esperamos leer. (Solé, 1994) Este proceso debe asegurar que el lector comprende el texto y que puede ir construyendo ideas sobre el contenido extrayendo de él aquello que le interesa. Esto sólo puede hacerlo mediante una lectura individual, precisa, que le permita avanzar y retroceder, que le permita detenerse, pensar, recapitular, relacionar la información nueva con el conocimiento previo que posee. Además deberá tener la oportunidad de plantearse preguntas, decidir qué es lo importante y qué es secundario .Solé (1994), divide el proceso en tres subprocesos a saber: antes de la lectura, durante la lectura y después de la lectura. Existe un consenso entre todos los investigadores sobre las actividades que los lectores llevan a cabo en cada uno de ellos. Solé recomienda que cuando uno inicia una lectura se acostumbre a contestar las siguientes preguntas en cada uno de las etapas del proceso.

Antes de la lectura
¿Para qué voy a leer? (Determinar los objetivos de la lectura)
1. Para aprender.
2. Para presentar un ponencia.
3. Para practicar la lectura en voz alta.
4. Para obtener información precisa.
5. Para seguir instrucciones.
6. Para revisar un escrito.
7. Por placer.
8. Para demostrar que se ha comprendido.
¿Qué sé de este texto? (Activar el conocimiento previo)
¿De qué trata este texto?, ¿Qué me dice su estructura? (Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto)

Durante la lectura
1. Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto.
2. Formular preguntas sobre lo leído.
3. Aclarar posibles dudas acerca del texto.
4. Resumir el texto.
5. Releer partes confusas.
6. Consultar el diccionario.
7. Pensar en voz alta para asegurar la comprensión.
8. Crear imágenes mentales para visualizar descripciones vagas.

Después de la lectura
1. Hacer resúmenes.
2. Formular y responder preguntas.
3. Recontar.
4. Utilizar organizadores gráficos.

Pearson, Roehler, Dole y Duffy (1992) afirman que el concepto de comprensión basado en la teoría del esquema ha sido la base de la mayor parte de su trabajo sobre el proceso de comprensión que utilizan los lectores competentes o expertos, los factores que separan los expertos de los principiantes y los métodos que utilizan los docentes para promover o mejorar la comprensión. Sus investigaciones han demostrado que los lectores competentes poseen unas características bien definidas. Éstas son:
1. Utilizan el conocimiento previo para darle sentido a la lectura.Pearson et al (1992) afirman que las investigaciones que se han realizado con adultos, niños, lectores competentes y lectores en formación arrojan la misma conclusión: la información nueva se aprende y se recuerda mejor cuando se integra con el conocimiento relevante previamente adquirido o con los esquemas existentes.
2. Monitorean su comprensión durante todo el proceso de la lecturaMonitorear es un mecanismo primario que utilizan los lectores para lograr el sentido de lo que leen. Siempre hemos sabido que los buenos lectores son más cuidadosos en su lectura que los que no lo son. Que también son más conscientes de cuán bien o cuán mal están leyendo y utilizan diversas estrategias para corregir sus errores de lectura una vez se dan cuenta de la situaciónLa evidencia presentada en las investigaciones que se han llevado a cabo indican que el monitoreo de la comprensión es lo que distingue al lector competente, del que no lo es. Otra característica del lector competente relacionada con la función de monitorear es que éste corrige y regula la comprensión del texto tan pronto detecta que hay problemas.
3. Toman los pasos necesarios para corregir los errores de comprensión una vez se dan cuenta que han interpretado mal lo leído.Los buenos lectores saben lo que hay que hacer tan pronto se dan cuenta que no entienden lo que están leyendo. Cuando la lectura es difícil dedican más tiempo a la misma, contrario a los menos competentes o con déficit que dedican el mismo tiempo a la lectura independientemente de su nivel de complejidad. Otra estrategia que utilizan los lectores competentes es que están dispuestos a volver al texto para resolver cualquier problema de comprensión.
4. Pueden distinguir lo importante en los textos que leen.Determinar qué es importante en una lectura es fundamental en el proceso de comprensión. ¿Cómo se diferencia lo importante de lo que no lo es? Williams (1986,b); Tierney y Cunningham (1984) y Winograd y Bridge (1986) hacen una distinción entre lo que es importante para el autor y lo que es importante para el lector. Los lectores determinan lo que es importante para ellos dependiendo del propósito de su lectura (Pchert y Anderson, 1977).
5. Resumen la información cuando leen.Muchos estudios confirman la utilidad de resumir como una estrategia de estudio y de comprensión de lectura.
6. Hacen inferencias constantemente durante y después de la lectura.Uno de los hallazgos más comunes en los investigadores que estudian el proceso de comprensión lectora es que el hacer inferencias es esencial para la comprensión (Anderson y Pearson, 1984).
7. Preguntan.

Este proceso de generar preguntas, sobre todo las que estimulan los niveles superiores del conocimiento, llevan a niveles más profundos del conocimiento del texto y de este modo mejora la comprensión y el aprendizaje (Andre y Anderson, 1979).
El uso autónomo y eficaz de las estrategias de comprensión que acabamos de mencionar va a permitir a los estudiantes:
1. Extraer el significado del texto completo o de las diferentes partes que lo componen.
2. Saber dirigir su lectura avanzando o retrocediendo en el texto para adecuarlo al ritmo y las capacidades necesarias para leer correctamente.
3. Conectar los nuevos conceptos con los conocimientos previos para así poder incorporarlos a sus esquemas. (Serra Capallera y Oller Barnada, 1977).

PARÁFRASIS

La paráfrasis consiste en una explicación o en la interpretación de un texto con palabras propias para hacerlo más comprensible. Se puede dar el caso que se utilicen algunas ideas de un autor y agregar otras personales.
Esta herramienta la podemos emplear para resumir el contenido de una exposición o cuando las ideas de un autor no están muy claras, en este caso específico se utiliza la paráfrasis para elaborar una redacción propia de acuerdo a nuestro estilo particular de escritura.
El ejercicio de esta habilidad de lectura es bastante útil para fijar los conocimientos, hacer resúmenes, escribir ensayos, pero también puede darse el caso de que se pongan en tela de juicio sus apreciaciones, y puedan interpretarse como un plagio de las ideas de un autor.
Plagiar es copiar textualmente las ideas, puntos de vista, apreciaciones, expresiones de un autor, haciéndolas pasar por propias, sin reconocer su tutoría. En consecuencia, te recomendamos que al parafrasear no alteres las ideas originales del texto que leíste o de una exposición a la que asististe, pues se podrían generar errores de interpretación y esto cambiaría por completo el sentido de lo que quieres expresar
Te recomendamos organizar un plan de acción a la hora de realizar una paráfrasis, por ejemplo: Lee varias veces el texto que desees parafrasear, escribe un esquema o borrador, comprueba que las expresiones utilizadas plasmen los puntos de vista del autor; manteniendo así el sentido del contenido original del texto y por último, comienza a escribir tu paráfrasis. Un ejemplo de paráfrasis es el siguiente:

Texto original Aquel ósculo dejó impávida a la joven mientas que su admirador quedó estupefacto. La utópica empresa de aquel adolescente se había consolidado: pudo llegar a rozar el rostro de su amada.

Texto parafraseado En el texto se plantea un encuentro en el que una joven queda serena, libre de pavor, ante un beso en el rostro que le da un tímido adolescente inocentemente enamorado. También se refleja en el escrito la actitud del joven ante su hazaña.
Por medio de la paráfrasis, puedes apropiarte de nuevas ideas y nuevos conocimientos para expresarlos con tus propias palabras.


LA INFERENCIA

Uno de los recuerdos más hermosos que tengo de cuando era niño se relaciona con mi curiosidad natural para indagar más allá de lo que se veía en las cosas del mundo. Recuerdo que una de mis compañeras de juego y exploradora del universo al igual que yo, tenía una pantalla a la que se le daba cuerda y proyectaba al compás de unas canción, una hermosa historia en imágenes. Sin dudarlo, nos pusimos de acuerdo y abrimos la pantalla para liberar a los hermosos personajes de aquella historia para que compartieran abiertamente con nosotros y para verlos más de cerca. Lamentablemente, el misterio se rompió al igual que el hermoso televisor de mi entrañable amiga.
Desde pequeños, miramos las cosas y tratamos de descubrir qué se esconde más allá de ellas. Descubrir lo que se encuentra detrás del umbral es un asunto complicado del pensamiento que se va desarrollando poco a poco a medida que profundizamos en nuestras experiencias de exploradores.
Mucho más allá de “saber por saber” que se esconde detrás de algún objeto o hecho del mundo, el gusto se encuentra en el reto de dar con la respuesta; en la posibilidad que tiene uno como niño o aprendiz de superar sus propias expectativas y descubrir la solución o hallar la esencia de aquello que nadie te dice o que nadie te quiere decir. El hallazgo es similar al de encontrar un tesoro enterrado.
El mundo nos da indicios y nosotros inferimos, pensamos qué sucederá o deducimos las razones que generaron un determinado efecto; por lo tanto, la inferencia es parte de nuestro pensamiento desde que comenzamos a develar lo que el mundo nos ofrece.
Se infieren intenciones, deseos, curiosidades, senti­mientos ocultos. Se infieren también contenidos y mensajes que subyacen por debajo de la tinta, escondidos en los poros del papel de las historias que leemos.
Un factor importante para promover la inferencia como estrategia de lectura en el aula, desde los primeros años de escolaridad, es la libertad de pensamiento y el respeto por la diversidad de posibilidades que se encuentran en el mundo del estudiante.
Particularmente, pienso que inferir es un derecho. Si se infiere y se llega a una conclusión, la justificación y las razones surgen a flor de piel. Además de impulsar la comprensión de la lectura, la inferencia refuerza las competencias para el desarrollo de discursos argumentativos, componente esencial en el desenvolvimiento y desarrollo del ser en un contexto de altos niveles de competitividad.
Por eso, si deseas promover la inferencia como estrategia de autoaprendizaje, debes tomar en cuenta que inferir implica afrontar una serie de riesgos; entre ellos, el desacierto. Es así que el nivel de confianza que tenga el lector acerca de su capacidad para comprender el mensaje puede resultar una limitante o una fortaleza. Todo depende de la concepción de su mediador y de la capacidad de “darse cuenta” del lector que se forma con la práctica.
Muchas veces, las respuestas de nuestros alumnos pueden parecernos inadecuadas a primera vista; pero si prestamos atención a la lógica del niño, la sabiduría que encierran dentro de sí puede reducir la nuestra a polvo en milésimas de segundo.
Después de haber ensayado con el juguete de mi mejor amiga, pude inferir que si rompía el televisor de mi casa (proyecto que tenía en mente desde hacía tiempo) no obtendría en resultado que esperaba. ¿No es acaso el aprendizaje cuestión de experiencia e integración de nuevas informaciones al mundo interior de cada uno? Si eres estudiante, padre o maestro…. Piensa en eso.

ANTICIPACIÓN

La anticipación es una capacidad básica de la comprensión. El éxito de una lectura depende en buena parte de todo lo que hayamos podido prever antes de leerla: de la información previa que poseemos y podemos activar, de la motivación para leer, de las expectativas que nos hemos planteado sobre el texto. (Cassany, D. 1994).
Partiendo de este concepto te invitamos a pensar en lo que haces cotidianamente antes de iniciar la lectura del artículo de una revista, del periódico o un cuento. Es posible que cuando leas el título y aprecies las fotografías puedas descubrir de qué se trata el texto y éstas permitan que te adelantes al contenido del escrito.
Seguramente lo que pensaste no era lo correcto en relación al contenido, razón por la que después te corresponde comprobar mientras vas leyendo si son ciertas o no.
Por lo tanto, anticipar es: predecir el contenido de lo que vas a leer o de lo que estas leyendo. Puedes realizarlas, a partir de las ilustraciones del texto, después de leer el título del material o después de leer el primer párrafo.
También es conveniente plantearse preguntas como por ejemplo: ¿Qué significa el título?, ¿De qué tratará el escrito?, ¿Significará otra cosa?, ¿Qué tipo de texto será?, etc. Este tipo de preguntas estimulan el pensamiento y la producción de ideas.
Observa lo siguiente donde se sintetizan las acciones iniciales del lector cuando aborda un texto con intención de comprender su contenido y asumir una posición crítica. Como puedes observar, la anticipación es de mucha utilidad en la fase de formulación de preguntas mediadoras que orientan el proceso de lectura activa.

ACCIONES DEL LECTOR
Evaluación inicial del texto
¿CÓMO?

Consiste en una evaluación global del texto:
Leer los datos de identificación general del texto (Autor, fecha, editorial que lo promueve y otros datos de origen)
Inspeccionar los auxiliares visuales del texto (dibujos, gráficos, palabras re­salta­das...)
Realizar una prelectura (Revisión rápida del tema) Lectura de títulos o subtítulos. Determinar el género del texto por medio de hipótesis.

¿PARA QUÉ?
La visión general, sirve para centrar la atención del lector y para activar los conoci­mientos previos que éste tiene relaciona­dos con el te­ma del texto; así el lector podrá realizar transferencias y generar hipótesis de lectu­ra por medio de la antici­pación.

Preguntas mediadoras
¿CÓMO?

Una evaluación inicial completa conlleva a la formulación de interrogantes.
Las preguntas no deben hacerse para ser contestadas en forma de cuestio­narios. Sencillamente, el lector realiza una lista de preguntas que internamente le servirán de guía para la lectura. El lector no debe limitar su lectura sola­mente a las res­puestas de estas pre­guntas, simple­mente las interrogantes le servirán de guía para elaborar anticipa­ciones, inferen­cias e hi­pó­tesis posterio­res de la lectura.

¿PARA QUÉ?
La formulación de interro­gantes sirve para guiar el proceso de lectura, con­lleva a la realización de hipótesis, inferencias y an­ticipaciones. El lector bus­cará durante el proceso, comprobar lo que ha pen­sado previamente o reaco­modar la información para darle significado.

Antes de iniciar la lectura del posible texto relacionado con esta oración, el lector puede imaginar sucesos, plantearse preguntas, proponer situaciones hipotéticas producto de su creatividad. Posteriormente, cuando lea irá comprobando si sus pensamientos e ideas iniciales eran acertadas o no.

Puedes hacer anticipaciones mientras vas leyendo; esto te permitirá reflexionar sobre las ideas expresadas en el texto


CONOCIMIENTOS PREVIOS

Al inicio de un nuevo aprendizaje, se hace siempre a partir de una serie de conceptos, concepciones, representaciones y conocimientos adquiridos en el transcurso de experiencias anteriores, que se utilizan como instrumentos de lectura e interpretación y determinan qué clase de informaciones se seleccionarán, cómo se organizarán y qué tipo de relaciones se podrán establecer entre ellas.
Gracias a lo que ya se sabe con anterioridad, se puede abordar la toma de contacto con el nuevo contenido, atribuyéndole un primer nivel de significado y sentido, antes de comenzar el proceso de aprendizaje del mismo.
Los conocimientos previos no sólo permiten contactar inicialmente con el nuevo contenido que debe aprenderse, sino que además constituyen los fundamentos de la construcción de los nuevos significados. Un aprendizaje es tanto más significativo –y, en consecuencia de mayor calidad– cuantas más relaciones con sentido se es capaz de establecer, entre lo que ya se conoce con anterioridad y los nuevos contenidos o conceptos que se presentan como objeto de aprendizaje.

ESQUEMAS DE CONOCIMIENTO

Es la representación que posee una persona en un momento determinado de su vida sobre una parcela de la realidad. Cada ser humano posee una cantidad variable de esquemas de conocimiento; no todas las personas a lo largo de su vida adquieren los mismos, todo depende del contexto de su experiencia vital. Estos esquemas, son asimilados para formar distintas representaciones sobre aspectos de la realidad; no sólo se caracterizan por la cantidad de conocimientos que contienen, sino también por el nivel de organización interna; es decir, por las relaciones que se establecen entre los conocimientos que se integran en un mismo esquema y el grado de coherencia interna.


CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS

Cuando quieres adquirir un nuevo aprendizaje, lo primero que debes hacer es acudir a los conocimientos previos que tienes de ese nuevo contenido; para efectuar una selección de tus conocimientos, hay que centrarlos en dos criterios básicos:
§ Contenido del nuevo aprendizaje; por ejemplo, si pretendes conocer cuáles han sido los cambios en los medios de comunicación durante los últimos tiempos, sería bueno indagar sobre: ¿qué entiendes por medio de comunicación?, ¿qué tipos de medios de comunicación existen?, ¿cuál es tu experiencia personal?
§ Objetivos concretos que buscas con el contenido que vas aprender; continuando con el ejemplo anterior, puedes plantearte objetivos como: establecer una relación entre los cambios experimentados por los medios de comunicación en los últimos tiempos y los cambios tecnológicos; o limitarte a establecer cuáles han sido esos cambios desde una perspectiva externa.
Uno de los principales factores que influyen en el aprendizaje es lo que ya sabes con anterioridad


GENERALIZACIÓN

Entre los procesos que garantizan la comprensión de la lectura, figura la generalización como mecanismo central que permite transferir los conocimientos adquiridos a partir del encuentro con un texto y su significado a otros contextos y otras situaciones similares.
Este proceso de transferibilidad de la información concuerda directamente con la naturaleza misma del pensamiento y constituye un complejo sistema en el que intervienen estilos de aprendizaje, esquemas de conocimiento así como los conocimientos previos del aprendiz-lector.
Generalizar, además de constituir un mecanismo de supervivencia en el contexto de la vida cotidiana de los seres humanos, permite la configuración de esquemas de pensamiento útiles para comprender la utilidad de modelos, para dar sentido a ejemplos propuestos y para buscar la significación de los contenidos de alguna lectura a la realidad o al contexto inmediato de quien lee.
En conclusión, la generalización es una estrategia de pensamiento perfectamente aplicable a la lectura, consiste en abstraer lo que es característico de muchos elementos, permitiendo que se pueda formar un concepto único que los incluya a todos. Este ejercicio se basa en el análisis y comparación, requiere de mucha atención, para que no se deje por fuera ninguna característica esencial de cada elemento.
Es preciso estar seguro de que se ha comprobado con exactitud lo que se manifiesta. Se recomienda emplear expresiones que no totalicen, como por ejemplo: por lo general, casi siempre, muchas veces, frecuentemente, para evitar afirmaciones carentes de fundamento.
La generalización una estrategia de pensamiento perfectamente aplicable a la lectura.
Se resumen las acciones iniciales del lector cuando ya ha leído activamente un texto con intención de comprender su contenido y asumir una posición crítica. Observarás que la generalización, constituye una fase final en la que emergen planteamientos e ideas como resultado del proceso de lectura activa.

ACCIONES DEL LECTOR
Producción
¿CÓMO?

Determinadas las macro estructuras esenciales del texto y su organi­zación interna, el lector procederá a organizarlas en un resumen analítico en el que sintetice todo el proceso experimentado, puede realizar co­mentarios, ampliar conceptos esen­ciales, hacer críticas y contrastar puntos de vista.
¿PARA QUÉ?
Esta fase permite la internali­zación del contenido y la com­prensión del texto. Pueden ge­neralizar los nuevos conocimien­tos y transferirlos a otros contex­tos.

Consolidación
¿CÓMO?
Los repasos se deben planificar en intervalos continuos. Es conve­niente realizar una relectura del texto y una revisión del resumen es­crito, porque generalmente se ob­vian fragmentos esenciales impor­tantes y se pueden insertar perfec­tamente en la fase de repaso.

¿PARA QUÉ?
El repaso, sirve para consolidar los conocimientos sistematizados durante el proceso y para reafir­mar el proceso de revisión que en toda escritura se debe cum­plir. Este proceso da solidez a la generalización.
Para ilustrar el proceso de generalización, puede proponerse el siguiente ejemplo:
Una vez un hábil comerciante, con la intención de incrementar sus ventas, publicó un volante que decía:
“Gané al comprar en la Tienda de José. Todo me salió gratis por su promoción aniversario y, además, gracias a un sorteo que realizan al salir de la tienda, pude ganar un carro "cero kilómetro”.
Esa semana, el comerciante vendió todo cuanto tenía, quizás por la significativa capacidad de generalizar de los clientes y vecinos. Parte de rumor, parte de proceso mental. Sea lo que fuere, su estrategia fue efectiva y eficaz.
Puedes hacer generalizaciones durante la lectura o al culminar el texto; esto te permitirá aplicar los nuevos conocimientos a contextos y situaciones similares.

LA COHESIÓN Y LA COHERENCIA

LAS RELACIONES TEXTUALES DE COHESIÓN Y DE COHERENCIA:
La cohesión y la coherencia son dos propiedades estrechamente ligadas con la comprensión y la producción de textos. Pero es preciso establecer con claridad la distinción entre estos dos conceptos.
Ya se ha afirmado que todo texto es una unidad semántica que consta de dos planos o estructuras: un plano del contenido y un plano de la forma o expresión. La primera estructura es un proceso de pensamiento y está constituida por la organización lógica de las ideas o proposiciones. Conforma la estructura profunda. La segunda estructura es la expresión lingüística de ese pensamiento previamente organizado. Para esta expresión lingüística del pensamiento, nos valemos de oraciones. Esta segunda estructura conforma, entonces, la estructura superficial.
Lo siguiente puede ilustrarnos mejor la diferencia entre estas nociones:

COHERENCIA
1.- PLANO DEL CONTENIDO
2.- ESTRUCTURA PROFUNDA
3.- COMPONENTE
4.- SEMÁNTICO:MACROESTRUCTURA SEMÁNTICA
5.- PROPOSICIONES

COHESIÓN
1.- PLANO DE LA FORMA O EXPRESIÓN
2.- ESTRUCTURA SUPERFICIAL
3.- COMPONENTE SINTÁCTICO Y LÉXICO-SEMÁNTICO:
4.- MACROESTRUCTURA FORMAL
5.- FRASES


Las relaciones textuales de coherencia son de naturaleza semántica y nos remiten al significado global del texto. Las relaciones textuales de cohesión son de naturaleza sintáctica y léxico-semántica. Se establecen entre palabras y oraciones de un texto para dotarlo de unidad. Un texto altamente cohesivo siempre será más comprensible que otro que no lo sea tanto.

LA COHESIÓN:
Las relaciones de cohesión que se establecen a través del texto, dan cuenta de la manera como la información vieja se relaciona con la información nueva para establecer una continuidad discursiva significativa.
Es un factor textual tan importante en la lectura como en la escritura. Se le ha relacionado con el éxito en la comprensión de lectura, con la capacidad de resumir y de recordar textos, y con el procesamiento de la información.
Cualquier discusión sobre la cohesión y sus relaciones con la lectura y la escritura debe comenzar, naturalmente, por una definición de este término. Sin embargo, dicha definición no es tan fácil como parece. Con frecuencia, la cohesión ha sido mal definida y empleada sin precisión. Incluso, algunos autores utilizan otras etiquetas para referirse a ella.
Muchos lingüistas ven la cohesión como un aspecto de la coherencia, y sostienen que la cohesión se refiere a los medios lingüísticos a través de los cuales la coherencia se despliega en la estructura superficial, en tanto que la coherencia es la vinculación de los significados en la estructura profunda del texto. Pero en lo que todos los autores sí tienden a estar de acuerdo es en que la cohesión y la coherencia están estrechamente ligadas e interactúan.
Alvaro Díaz (1995: 38) afirma que “la cohesión se refiere al modo como los componentes de la estructura superficial de un texto están íntimamente conectados con la secuencia”. Esto quiere decir que la cohesión es una propiedad de carácter sintáctico, descansa sobre relaciones gramaticales o léxico-semánticas. Tiene que ver con la manera como las palabras, las oraciones y sus partes se combinan para asegurar un desarrollo proposicional y poder conformar así una unidad conceptual: un texto escrito. Para Bustos Gisbert (1996: 32), la cohesión hace referencia tanto a la organización estructural de la información como a los mecanismos existentes para jerarquizarla.

PRINCIPALES MECANISMOS DE COHESIÓN:
1. La referencia:
Este mecanismo de cohesión establece una relación entre un elemento del texto y otro u otros que están presentes en el mismo texto o en el contexto situacional. La identificación de los referentes es un aspecto muy importante en la comprensión de los textos, ya que incide en forma directa en el procesamiento de la información. La referencia textual puede ser de dos clases:

2. La sustitución: La sustitución de un elemento léxico por otro (o por una expresión), es un mecanismo que nos indica que se ha establecido dentro del texto una relación semántica entre el término sustituido y el sustituto. Se busca así evitar la repetición de un mismo elemento. La sustitución es una relación de tipo anafórico y puede realizarse de dos maneras diferentes: sustitución sinonímica o sustitución por medio de proformas.

3. La elipsis: Esta forma de cohesión consiste en suprimir la información que está sobreentendida, y que, por lo tanto, el lector puede inferir sin ningún inconveniente. Podemos decir que la elipsis es una manera de sustituir un referente (término elidido) por un elemento cero (Ø). Sirve como mecanismo de economía y de estilo.

4. Los conectivos: También llamados conectores, relaciones conjuntivas o expresiones de transición. Sirven para establecer relaciones lógicas entre las oraciones de un texto. Expresan determinados sentidos y presuponen la existencia de otros elementos. Se suelen definir como un conjunto de indicadores de texto que le permiten al lector anticiparse al sentido en que el escritor manejará la siguiente idea. Los conectivos textuales pueden ser adverbios, locuciones adverbiales, conjunciones, preposiciones y frases conjuntivas, preposicionales o nominales.


Pensar claro, hablar claro
Si la gente, por lo general, habla bien, ¿por qué no redacta bien? Hay varios motivos: uno, porque el lenguaje oral y el lenguaje escrito son distintos (ese asunto lo trataremos más tarde, en Registro), y otro, porque, a la hora de pasar las ideas al papel, hay una especie de barrera psicológica que se pone a entorpecernos las cosas. Me he fijado, por ejemplo, que algunos amigos que me escriben cartas estupendas se ponen verdaderamente mediocres a la hora de narrar una historia. Su personalidad auténtica, destilada en sus cartas, se pierde o se desmorona cuando se trata de narrar.
¿Qué es lo que sucede? Bueno, aquí es donde entra en juego la mente: cuando hablamos o escribimos cosas íntimas a un conocido, nuestra mente está relajada y no se molesta en andar cuidando lo que vamos a decir. Como cuando cantamos en la regadera, seguros de la soledad de nuestro baño; ¿no lo hacemos estupendamente? Pero cuando escribimos algo que quién sabe a quién vaya dirigido (aunque, ya sospechamos pues ocurre con frecuencia, una buena parte de los destinatarios va a tener garras de fuera, y un hocico lleno de colmillos y glándulas productoras de veneno), inmediatamente nos ponemos tensos, y con la tensión entran los tropezones.
Todos tenemos una voz interior a la que escuchamos de vez en vez. Esa voz interior es la que nos dicta a la hora de escribir. Con la tensión, lo más probable es que salga tartamudeando. Por eso, lo mejor que podemos hacer para escribir es relajarnos y dejar que las cosas salgan solas. ¿Qué garantiza entonces que nuestra voz de escritor sea la mejor voz? Que esté bien educada, eso es todo. Para lograr esto, nada mejor que la lectura, ya lo habíamos dicho, pero cuando esto no basta, todavía nos queda un buen recurso: el aprendizaje de la gramática y el diccionario de sinónimos y antónimos. Veamos la utilidad de cada uno.
Desde el punto de vista lingüístico, la gramática no es una serie de reglas para enseñar a la gente cómo se debe hablar, sino una descripción de cómo habla la gente; y la gente, por lo general, habla bien. Cierto es que de pronto se aparecen detalles parecidos a reglas, como eso de que a un sustantivo no se le pueden cargar más de dos adjetivos; pero si lo pensamos bien, en realidad nadie, en su sano juicio, diría tres adjetivos seguidos en la misma frase (La blanca hermosa casa alta). Lo mismo que sucede con uno de los errores gramaticales de redacción más comunes, en el que, si me permiten, me voy a detener un poco: la confusión entre el objeto directo y el objeto indirecto.

La coherencia es una propiedad de los textos bien formados que permite concebirlos como entidades unitarias, de manera que las diversas ideas secundarias aportan información relevante para llegar a la idea principal, o tema, de forma que el lector pueda encontrar el significado global del texto. Así, del mismo modo que los diversos capítulos de un libro, que vistos por separado tienen significados unitarios, se relacionan entre sí, también las diversas secciones o párrafos se interrelacionan para formar capítulos, y las oraciones y frases para formar párrafos.

La cohesión es la propiedad que tiene un texto cuando su desarrollo lingüístico no presenta repeticiones innecesarias y no resulta confuso para el receptor. La cohesión es una característica de todo texto bien formado, consistente en que las diferentes frases están conectadas entre sí mediante diversos procedimientos lingüísticos que permiten que cada frase sea interpretada en relación con las demás.

La redacción es, sin duda, de lo primero que tenemos que ocuparnos. Es como los cimientos de todo lo demás: si esto falla, probablemente todo se irá abajo. Aunque muchos escritores jóvenes se empeñen en decir lo contrario. La redacción tiene que ver con casi todo: la claridad para comunicar nuestras ideas, la buena impresión que causará nuestro trabajo, los efectos artísticos que queramos crear en él. Si la manejamos bien tenemos ya resuelto el setenta por ciento de los problemas del escritor.
La redacción es algo que se supone hemos estado aprendiendo desde la escuela primaria: es expresarnos por escrito.
Una persona que haya sido desde la infancia un lector voraz, vicioso y observador, con seguridad tendrá una redacción impecable. Y un lector consuetudinario no tardará mucho en adquirir la clase de sensibilidad propia del buen redactor. El tipo de lectura no importa mucho, aunque yo preferiría que no se tratara de revistas o novelas. Mi recomendación es que se lea de todo un poquito (sin olvidarse de que nadie tiene la obligación de terminar un libro insufrible), y que, para afinar, se reserven todas las ganas para el tipo de literatura que uno desea escribir: por lo tanto, si uno quiere escribir ciencia ficción, que se ponga a leer ciencia ficción; si uno quiere hacer novela histórica, que se ponga a leer novela histórica, y así sucesivamente, acompañándose, claro está, de otras lecturas que puedan resultar útiles para lo que se planea.


Material escrito con fines instruccionales por:
Hurtado, E. (2007). Paráfrasis. Artículo no publica­do. Tinaquillo, estado Cojedes.

Estimados Participantes: deben leer el contenido y sacarlo como guía, ya que, se las pediré en la próxima clase 12 de junio de 2009, además se realizará un conversatorio y evaluación escrita; recuerden enviar comentarios.

FELIZ FIN DE SEMANA Y QUE DIOS LOS BENDIGA...

INFORMACIÓN

Los que faltaron por el taller de lenguaje, la lengua, etc, ir preparados la próxima semana para que realicen la evaluación, ya que, tenemos tiempo para entregar las notas.

23 de mayo de 2009

EXPOSICIONES

GRUPO 1

La Comunicación

  • Definición.
  • Elementos de la comunicación.
  • Proceso.
  • Barreras.
  • Tipos.
  • Importancia.

GRUPO 2

Modelo lineal y Modelo Psicológico de la comunicación.

GRUPO 3
Modelo Social y Modelo Psico-social de la comunicación.

GRUPO 4
Modelo Físico y Modelo estructural de Jakobson.

GRUPO 5
Modelo Antropológico y Modelo sociológico de Austin.


PAUTAS PARA LAS EXPOSICIONES:

  • Fecha de presentación: viernes 29 de mayo de 2009 a las 8:15pm.
  • Cada grupo tiene un tiempo de exposición de 10 minutos.
  • Realizar material de apoyo como: láminas, presentaciones en power point, transparencias en retroproyecto, entre otros.
  • Entregar material sobre el tema a exponer a cada uno de los grupos.
  • Entregar trabajo de máxino 5 páginas, más portada, introducción y conclusión; dicho trabajo debe ser realizado a mano, respetando márgenes y presentación.
  • Entregar el trabajo en una carpeta manila amarilla tamaño carta, debidamente rotulada con los nombre de los integrantes del grupo.
  • Cuidar la presentación personal de los expositores.
  • Cada integrante del grupo debe conocer y dominar el contenido completo a presentar.

FELIZ FIN DE SEMANA, DIOS LOS CUIDE!!!